Luego de 23 años, una de las mejores versiones de este fantástico FPS se hace presente en forma de nueva versión para PC y consolas de última generación con una resolución renovada y texturas que lo hacen aún más encantador que en su versión original, lanzada allá por 1997 de forma exclusiva para la querida N64.

El game es una continuación directa de Doom II: Hell on Earth y nos cuenta sobre el único Marine que sobrevivió a los horrores del infierno y volvió a nuestro planeta, salvándolo de la invasión que casi erradicó a la raza humana. Sí, estamos hablando del buen «Doomslayer». Sin embargo, algunos demonios aún quedaban vivos dentro de los complejos de UAC en Fobos y Deimos (lunas de Marte), por lo que fueron bombardeados con radiación extrema. ¿Fin? para nada. Una entidad – aparentemente superior – que no fue detectada por ninguno de los radares comenzó a resucitar a las hordas de seres infernales, por lo que un nuevo escuadrón de marines fue enviado a contener una posible invasión. Adiviná quién es el único sobreviviente del condenado grupo y comenzá la aventura.

Lo primero que notamos es un embellecimiento general en cuanto al apartado gráfico, con variedad de texturas, colores y entornos, al mismo tiempo que nos desplazamos con una suavidad notable, como solamente podía generar la consola de Nintendo. Rápidamente podemos conseguir armas de mejor calibre o potencia y encontrarnos con los clásicos enemigos que también han tenido un cambio de imagen, en casi todos los casos, más terroríficos. El juego es bastante largo, con un total de 32 niveles directamente importados de la versión original y un complemento más que interesante para esta nueva versión: «Lost Levels», que agrega 7 fases de intensa acción y dificultad.

Otra diferencia respecto a versiones anteriores, es la cantidad de enemigos – y la velocidad con la que se desplazan – en ciertos tramos, que por momentos nos obligan a relucir toda nuestra habilidad para aniquilarlos. Además de los secretos (paredes falsas, pasadizos, etc.) también contaremos en esta entrega con 3 llaves especiales que portan el emblema de «la bestia» que podremos hallar durante el recorrido y que serán de gran utilidad al final del juego, cuando debamos utilizar el Unmaker, una nueva arma de potencia y efectividad extrema contra las criaturas del averno.

Olvidémonos del pixel-art, tan de moda por estos días. Doom 64 es un juego 3D hecho y derecho que mantiene su esencia terrorífica y tensión luego de más de dos décadas, con una ambientación acorde, melodías con suspenso y un grado de diversión más que adaptable para cualquier gamer. Si lo jugaste en su momento – o tuviste la mala fortuna, como yo, de no disponer de una N64 en los ’90 – es un buen momento para que tomes tu revancha o vuelvas a disfrutarlo.