Hacer una review de una aventura narrativa o conversacional en pleno siglo XXI tal vez resulte extraño, pero estamos ante un título más que interesante que revitaliza el género y nos proporciona una trama nostálgica con numerosos desenlaces acorde a las decisiones que tomemos, pero siempre con una lección profunda de por medio que no voy a mencionar para no generar spoilers.

Para poner un poco en contexto al player: es el año 2002, somos un adolescente estadounidense y estamos por finalizar la escuela secundaria. Windows XP está en su auge y desde nuestra PC nos comunicamos con nuestras amistades a través del ya obsoleto AOL Messenger. En este caso en particular, con Emily. Colocamos algún ícono que haga referencia a alguna banda, personaje o tendencia de aquel entonces y comenzamos nuestra – posiblemente – desdichada aventura en la que el objetivo principal se va develando poco a poco y está basado principalmente en el interés que tengamos en la simpática señorita que irá a una universidad distinta e iniciará su camino de la adultez.

A medida que los diálogos avancen, tendremos varias opciones para seleccionar como continuar y sin lugar a dudas, cada respuesta tendrá una repercusión a corto o largo plazo. A colación de este comentario, el tiempo es fundamental, ya que hasta el año 2006 mantendremos estas conversaciones con Emily y cada elección por la que hayamos optado, influenciará en el resultado, probablemente generando en nosotros algún estado de ánimo que oscile entre la bronca, la nostalgia o la alegría. Pero lo importante, sin lugar a dudas, es que aún con su simpleza, logra producirnos algún tipo de emoción.

Un juego indie que con sencillez, logra cautivar al usuario más desprevenido. Se puede disfrutar gratis a través de la plataforma Steam y además, posee logros ocultos que podremos ir desbloqueando. Interesante como para romper un poco el molde de los juegos que probablemente disfrutemos habitualmente y de paso sentirnos un poco mejor – o peor – con nosotros mismos en calidad de relaciones humanas. Reflexivo y original, es un game que merece una oportunidad.

Hacía rato largo no tenía una experiencia tan interesante con un Mega WAD del tipo “vanilla Doom” – léase “Doom clásico” -. Acostumbrado a disfrutar wads basados principalmente en Doom II, inicié de manera confiada mi primera partida. ¿Y por qué no? Después de todo, en el Doom original no hay enemigos como Mancubus, Hell Knights o Revenants. ¡Ni siquiera Arch-Viles! ¿Qué podría ser tan complicado? lo que no tomé en cuenta, es que el resto de los demonios también son peligrosos cuando vienen en cantidades enormes. Con esa premisa, el desafío fue irresistible y he aquí la review.

Un poco de lore: la invasión demoníaca se ha expandido a las instalaciones de UAC en las diversas lunas del planeta Júpiter, siendo Ganymede (o Ganímedes, en español) el foco principal del problema. Como es costumbre, debemos arrasar con todos los monstruos y volver a la tierra, ¿sano y salvo? depende de vos. Iniciado en 2009 y finalmente lanzado completo en 2012, forma parte desde el 2023 de la lista de complementos oficiales de Doom y Doom II (2019) para PC y consolas.

Si bien está limitado a todos los fundamentos de la versión clásica, el desarrollo de los niveles va variando en cada episodio de forma progresiva en niveles tipo «tech base», «corrupted tech base» y el infierno, a diferencia del original donde cada capítulo tiene una temática distinta y única. Cada etapa propone mapas de rápida acción con un número suficiente de enemigos como para complicar incluso a los jugadores más avezados. Por suerte, las municiones no escasean y los «puzzles» y secretos son bastante sencillos de resolver, ideal para gente con poca paciencia como yo. ¿La mayor complicación? las hordas de Cacodemons, principalmente en zonas estrechas. Hay un amor impresionante a este enemigo por parte del autor, así como ocurre en Doom II: Back To Saturn (Episode 1) X.

A nivel gráfico, luce realmente bien, con iluminación acorde, sombreados justos y parámetros estéticos más que adecuados. Realmente me sorprendió (para bien) como se puede ser más que creativo restringiendo las posibilidades a una versión vainilla. En las dificultades más altas, la diversión está garantizada, al igual que nuestros cohetes impactando directamente en la cara de todas las hordas de Imps que nos asediarán casi constantemente. En definitiva, me gustó mucho y lo recomiendo.

Ambientado en una enorme base militar en el planeta Saturno, la primera parte de este Mega WAD para Doom II nos invita a disfrutar una experiencia increíblemente atmosférica tanto en el apartado gráfico como sonoro. Creado por el enorme Back To Saturn X Team en el año 2012, actualmente parte de la versión de Doom II (2019) y es de lo mejor que hay en cuanto a add-ons.

Los que son viejos players de la franquicia, notarán de inmediato un exclusivo set de paletas de colores, texturas, mapeado y música original que resulta muy agradable. La cantidad de enemigos por cada nivel es notable y la dificultad tiende a ser bastante elevada, algo que a mi criterio, le agrega un desafío interesante. Extrañamente, si bien el trabajo gráfico es impecable, no han creado nuevos enemigos ni han innovado con las armas y si bien no es algo que realmente mueva la aguja, llama la atención.

Los niveles son por lo general bastante largos y para sumarle un poco de picante, con escasa munición, por lo que vas a tener que afinar notablemente la puntería o ser un experto en combate cuerpo a cuerpo con un botiquín «berzerk» mediante. Parece un detalle menor, pero en ocasiones incrementa mucho la dificultad, sobre todo con las eventuales emboscadas de enemigos «hitscanner» (léase zombie, soldado con escopeta y con ametralladora respectivamente) y los siempre molestos (y simpáticos) Cacodemons, que desde mi perspectiva personal, parece que son de la preferencia absoluta de los desarrolladores. Back To Saturn X, simplemente ama a los Cacodemons. Recuerda mis palabras.

Otro detalle que me gustó bastante, son pequeños niveles ambientados en estaciones de tren subterráneas que servirán para trasladarnos entre un episodio y otro. No solamente la música utilizada es una maravilla, sino que también es un momento de respiro entre tanta masacre demoníaca. Una excelente variante a las clásicas pantallas con texto que ofician de intersección entre episodios. En cuanto a la dinámica de los mapas, puedo afirmar que son lo suficientemente grandes como para realizar una exploración exhaustiva y desarrollados de tal manera que es poco probable perderse. La única crítica, es que el hecho que la estética general tenga un prominente estilo «tech base«, puede hacer que por momentos la jugabilidad resulte algo monótona y reiterativa.

En conclusión, este primer episodio de «BTSX» es más que entretenido y provee unas cuantas horas de diversión a través de sus más de veinte niveles, principalmente en las dificultades más elevadas, por lo que tanto en su versión para PC como consolas, es muy recomendable. Además, es una excelente muestra de lo que puede lograrse con un formidable trabajo en equipo que incluye exitosos speedrunners, mappers y compositores. Jugalo. La experiencia vale la pena.